b. Las reglas de Dios Copy
Los Diez Mandamientos son sin duda la lista de reglas más famosas que se haya escrito. Casi todas las personas en la civilización occidental están familiarizadas con los Diez Mandamientos. Pero muy pocos pueden enumerarlos.
Los Diez Mandamientos fueron enseñados al antiguo Israel unos mil quinientos años antes del nacimiento de Jesús y unos dos mil años antes del nacimiento de Mahoma. Lo más significativo de los Diez Mandamientos no son los mandamientos en sí. En muchos sentidos, son bastante lógicos. Prohíben el adulterio, el asesinato y el robo. No hay nada demasiado sorprendente. Lo que los hace importantes para nuestros propósitos es a quiénes se les revelaron, por qué se les revelaron y cuándo se les revelaron.
En el capítulo 3 hablamos acerca de cómo Dios le dio una promesa a Abraham. Al pasar el tiempo, Abraham y Sara tuvieron un hijo, Isaac. Isaac tuvo a Jacob. Jacob tuvo doce hijos, cuyas familias se convirtieron en grandes tribus, las cuales llegaron a ser conocidas colectivamente como el pueblo hebreo. Con el fin de escapar de una hambruna devastadora, los hijos de Jacob y sus familias emigraron a Egipto. Con el paso del tiempo, estos hebreos fueron esclavizados por un faraón. Durante cuatrocientos años, el pueblo hebreo sufrió el maltrato de los capataces egipcios. Luego, cerca del año 1446 antes de Cristo, Moisés sacó de Egipto a la nación de Israel, con destino de vuelta a la tierra de Abraham. Durante ese viaje Dios le reveló a Israel sus mandamientos.
Los Diez Mandamientos se encuentran en el libro de Éxodo en el Antiguo Testamento. Este documento antiguo cuenta la historia de la liberación de Israel de la esclavitud egipcia. Unos tres meses después de haber sido liberada de sus opresores, la nación acampó al pie del Monte Sinaí. Moisés subió a la montaña y permaneció allí durante más de un mes. Cuando regresó, trajo consigo la ley de Dios para Israel.
La secuencia de estos eventos es importante. Nos proporciona una valiosa información sobre la conexión entre las reglas de Dios para la nación y su relación con su pueblo.
¿Cuál fue primero, la relación o las reglas? Si la respuesta a esa pregunta no queda clara considerando la secuencia de eventos, sin duda queda clara considerando lo que encontramos en los mandamientos.
La mayoría de la gente se sorprende al descubrir que los Diez Mandamientos no empiezan con un mandamiento. Esta fue la frase inicial:
Dios habló, y dio a conocer todos estos mandamientos: Yo soy el Señor tu Dios.... Éxodo 20:1-2
Dios expresó su relación con la nación antes de decirles lo que requería de ellos. Dios le dio reglas a Israel porque le pertenecían. Él era su Dios y ellos su pueblo. Los Diez Mandamientos eran la confirmación de la relación de Israel con Dios. La segunda parte de la declaración dice lo siguiente:
Yo soy el Señor tu Dios. Yo te saqué de Egipto, del país donde eras esclavo. Éxodo 20:2
En otras palabras, yo soy el Señor, tu Dios, que hizo algo tremendamente significativo para ti sin pedirte nada a cambio. Tres meses atrás eran una nación sin esperanza y sin futuro. Ahora eran libres. Y no habían hecho nada para merecerlo. Después de definir y afirmar su relación, Dios expresó su primer mandamiento:
No tengas otros dioses además de Mí. Éxodo 20:3
Después de haber demostrado que era digno de su confianza, Dios le pidió a la nación fe y confianza absoluta; que lo vieran como su máxima autoridad y proveedor. Dios no le dio reglas a Israel como una condición para establecer una relación. Desde el primer momento, Dios adoptó el modelo de familia. El pueblo de Israel eran sus hijos. Él era su Padre.
PREGUNTAS
- ¿Qué valor tienen los Diez Mandamientos en la actualidad?
- ¿Habías considerado que Dios ya tenía una relación con el pueblo de Israel antes de entregarles los Diez Mandamientos? ¿Qué piensas de esto?
- ¿Cuáles reglas crees que son más importantes para Dios?