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Matrimonio y Familia

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  1. PRESENTACIÓN

    Sílabo
  2. LECCIONES
    01) El origen de la familia. Dr. Ed Wheat
    4 Temas
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    1 Cuestionario
  3. 02) La sexualidad en el matrimonio. Herbert J. Miles
    4 Temas
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    1 Cuestionario
  4. 03) La familia contemporánea. Howard Hendricks
    4 Temas
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    1 Cuestionario
  5. 04) La comunicación en el matrimonio. Guillermo D. Taylor
    3 Temas
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    1 Cuestionario
  6. 05) La disciplina en el hogar. Guillermo D. Taylor
    6 Temas
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    1 Cuestionario
  7. 06) Las finanzas en el hogar. Novios, solteros, ancianos y separados.
    7 Temas
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    1 Cuestionario
Lección 8, Tema 1
En Progreso

5. El matrimonio exige una unión inseparable de esposo-esposa para toda la vida

Diego Lopez Gelfo septiembre 22, 2023

«Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne» (Gn 2:24).

Notemos otra vez que el Señor le dice esto especialmente al esposo, aunque el principio se aplica a ambos cónyuges.

¿Qué significa unirse? La palabra hebrea dabaq, que la Versión Reina-Valera, revisión de 1960, tradujo «se unirá», tiene sentido de acción. He aquí algunas definiciones del verbo dabaq: «pegarse o adherirse a, permanecer juntos, mantenerse firme, sobrecoger, proseguir con firmeza, perseverar en, tomar, atrapar mediante persecución». Los traductores bíblicos modernos generalmente utilizan para traducir dicho verbo hebreo los verbos: «se adherirá a», «se unirá a», «se une a».

Cuando llegamos al griego del Nuevo Testamento, la palabra significa pegar como si fuera con cemento, pegarse como si fuera con cola, o estar soldados los dos de tal modo que no pueden separarse sin daño mutuo.

Según esto, es obvio que Dios tiene un poderoso mensaje para los dos cónyuges, y al esposo en particular se le pone delante un dinámico curso de acción. El esposo es el responsable principal de hacer todo lo posible y de ser lo que debe ser, a fin de hacer tal vínculo con su esposa que los haga inseparables. Y la esposa tiene que responder a su esposo de la misma manera. Estos lazos no son como las bellas cintas de seda que se atan a los regalos de boda. Más bien tienen que forjarse como el acero en el fuego de la vida diaria y en las presiones de las crisis, a fin de que formen una unión indisoluble.

La mejor manera de comprender la fuerza del significado que hay en el verbo dabaq, que se tradujo «se unirá», consiste en considerar cómo usó el Espíritu Santo dicha palabra en el libro de Deuteronomio. Los siguientes cuatro ejemplos se refieren a la necesidad de unión con el Dios viviente.

«A Jehová tu Dios temerás, a Él sólo servirás, a Él seguirás, y por su nombre jurarás» (10:20).

«… que los cumpláis, y si amareis a Jehová vuestro Dios, andando en todos sus caminos, y siguiéndole a Él» (11:22).

«En pos de Jehová vuestro Dios andaréis; a Él temeréis, guardaréis sus mandamientos y escucharéis su voz, a Él serviréis, y a Él seguiréis» (13:4).

«… amando a Jehová tu Dios, atendiendo a su voz, y siguiéndole a Él» (30:20).

Esto indica que ante los ojos de Dios «unirse a» significa una entrega de todo corazón, en primer lugar de todo lo espiritual, pero que se extiende a toda área de nuestro ser, de tal modo que la unión sea también intelectual, emocional, y física. Significa que usted tendrá una continua oportunidad de unirse a su cónyuge aun en los detalles más nimios de la vida. De hecho, cualquier cosa que los acerque más y haga más firme su relación será parte de tal unión. Cualquier cosa que los distancie, mental o físicamente, debe evitarse, por cuanto rompe el patrón divino para la vida matrimonial.

Gran parte del consejo práctico que ofrezco en este libro le indicará cómo unirse a su cónyuge en diversas circunstancias y de diferentes maneras. Sea cual fuere la manera de expresarla, la unión siempre envuelve dos características: (1) una constante lealtad, y (2) un amor activo que prosigue, que no abandona.

Si quiere poner a prueba una acción, una actitud, una palabra, o una decisión ante las normas bíblicas de esta unión, formúlese las siguientes preguntas: Esto ¿nos acercará más o nos separará más? ¿Edificará nuestra relación o la romperá? ¿Producirá una reacción positiva o negativa? ¿Expresa mi amor y lealtad a mi cónyuge, o revela mi individualismo egocéntrico?

Recuerde que el plan de Dios para usted y su cónyuge es una unión inseparable que ustedes mismos construyen mutuamente al obedecer su mandamiento de unirse.

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