07) Conclusión

Es importante que usted aproveche la disposición de la persona. Ella puede ser la samaritana de este tiempo, alguien capaz de ganar toda la ciudad para el Señor. Dado el valor de cada alma, se necesita dar lo mejor para que ninguna se pierda.

No trate las tarjetas con ligereza. No las guarde aplazando la llamada indefinidamente, cada tarjeta que llega a sus manos es un alma comprada a un alto precio, con un valor incalculable, la Sangre de Jesús.

Establezca como reto darle lo mejor a Dios, hacer todo lo que esté a su alcance con cada una de las personas delegadas y, con toda seguridad a su tiempo, segará si no desmaya.

El propósito de esa visita es conocer su impresión sobre la reunión de la iglesia en la que participó, descubrir sus necesidades y ministrar con la guía del Espíritu Santo, y por último vincular a la persona con una reunión de célula y motivarla a involucrarse en las actividades de la iglesia, especialmente a un Encuentro.

Confiamos que el Señor nos dará sabiduría y pondrá carga en nuestros corazones para realizar esta tarea con diligencia y amor. Reconociendo que esta es la tarea que oxigena a la iglesia y puerta de vida eterna para aquellos que todavía no conocen a Jesús Salvador.

Nuestro esfuerzo dará fruto en la medida que estemos unidos a la vid verdadera que es Jesucristo. A Él sea la gloria por los siglos. Amén.