Lección 1,
Tema 1
En Progreso
04) Comunicar mi testimonio con claridad
Tener ideas concretas.
- Ore y pídale a Dios que le dé las palabras correctas. Entonces escríbalo en un papel porque Dios honra la preparación.
- Hágalo breve y sencillo. No pierda de vista su meta. Algunas personas empiezan contando su historia y se van por las ramas con los detalles…
- Evite detalles excesivos, innecesarios. Procure mantener su testimonio dentro de los 5 minutos.
- Refiérase a experiencias que la mayoría de las personas tienen en común.
- Sea honesto sobre las luchas que continúan. Su vida ahora no es perfecta. No dé la idea que todos sus problemas acabaron en la conversión.
Enfocarse en la obra de Dios.
- Ocupe la mayoría de su tiempo en la Parte Cuatro: Cristo ha hecho la diferencia.
- No cite mucho las Escrituras. Éste es un testimonio, no un sermón.
- No comparta experiencias místicas. Puede haber tenido un milagro genuino en su vida, pero si empieza con eso, las barreras subirán inmediatamente. Háblales en su nivel de madurez espiritual, no en nuestro nivel.
- No haga comentarios negativos sobre otras religiones o personas. No mencione ninguna denominación. No permita que un título religioso cierre la puerta del cielo.
Expresarse con lenguaje informal.
- Esté preparado. Practíquelo hasta que se sienta y suene natural. Léalo en voz alta, y revíselo para hacerlo interactivo.
- Permita a un amigo leerlo y que haga sugerencias.
- Hable en forma casual. No cambie su voz. No dramatice o embellezca su historia.
- Use buen humor en su testimonio. Reduce la tensión y relaja a las personas. ¡Sonría!
- Lo más importante de todo, elija un tema central.
- No diga, “me arrepentí” porque pensarán en un tipo que sostiene un rótulo diciendo, “se arrepiente o se quema en el infierno!” Diga, “cambié mi manera de pensar” o “hice un cambio en mi forma de pensar” porque ése es el significado de la palabra “metanoia” en griego: cambio de mente, de parecer.
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