Progreso de Leccion
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ANTES DE COMENZAR

Idea principal: La verdadera paternidad del creyente es de Dios, quien predestinó en amor a los suyos para adoptarlos por medio de Jesucristo.

Objetivos:

  • Contrastar el posible rechazo de nuestros padres biológicos con el amor de nuestro Padre celestial.
  • Conocer los tres elementos vitales de nuestra génesis en Dios.
  • Vivir en la certeza de que fuimos creados como un objeto especial del amor de Dios.

APERTURA

Visualiza mentalmente a tu familia de origen. Elige una palabra para calificarla (por ejemplo, sana, alegre, disfuncional, infeliz, etc.). ¿Qué sentimiento produce en ti tal declaración?

¿Cómo reaccionarías si tu paternidad fuera puesta en duda? ¿O si confirmas que por alguna razón tu nacimiento no fue deseado?

Presta atención a los comentarios de los participantes. Evita ahondar en conversaciones que resulten dolorosas, pero muéstrate sensible ante necesidades específicas. Pide al Señor que su Espíritu guíe este tiempo de encuentro.

En esta sesión, Carlos nos invita a hacer un test de paternidad. El examen de ADN arrojará un resultado explosivo, pues nos revelará nuestra verdadera paternidad. Esta será la fuerza determinante de nuestra vida.

VIDEO

Reproduce el video del capítulo 3: Test de paternidad (11 minutos).

REPASO Y ESTUDIO

¿Alguna vez sentiste rechazo por parte de tu padre o de tu madre? Tras el paso de los años, ¿te confirmaron ellos que tu sentimiento no era equivocado?

Si esta fue tu experiencia, ¿qué implicancias tuvieron tales palabras sobre ti hasta hoy?

«Eres fruto de un accidente» o «No deseamos tenerte» o «Naciste por una casualidad» o «Te quisimos abortar» son frases lacerantes para todo ser humano. Estas van minando toda estima y valía, hasta el extremo de que la persona no le encuentra sentido a la vida.

En el video, Carlos explica algunas consecuencias del desamor. Podemos estar tatuados emocionalmente con el «estigma del rechazo» desde nuestra infancia, o estar convencidos de que «todas me pasan a mí», o vivir esperando «un golpe de suerte». Si alguno de estos fuera tu caso, ¿qué perspectivas tendrías para tu futuro? ¿Qué harías para no caer en el fatalismo o en la resignación?

Conversen sobre los posibles efectos: rechazo inconsciente hacia las demás personas, desprecio por uno mismo (abandono de la imagen o de la salud), victimización constante, ausencia de determinación frente a la vida, etc.

«Pero ¿qué pasaría contigo si el día de tu nacimiento fuera la fecha de tu cumpleaños encarnacional, pero no el de tu verdadero origen?».

Lee Efesios 1.4-5. Según la explicación de Carlos, este pasaje nos habla de tres elementos de nuestra verdadera génesis. Enúncialos.

Momento (v.4: «Desde antes de la fundación del mundo»).

Sujeto (v.5: «Dios nos escogió en Cristo»).

Motivación (vv.4-5: «Por su amor, nos había destinado a ser adoptados como hijos suyos»).

Ten presente que predestinar es ‘planear de antemano un destino’. Los elegidos por Dios son predestinados para la adopción (Ef 1.5), para una herencia (1.11) y para ser conformados a la imagen de Cristo (Ro 8.28-29).

La Biblia nos afirma sobre el primer elemento de nuestro verdadero origen: el momento. Porque mucho antes de que fueras concebido por tus progenitores, fuiste diseñado en la mente de Dios.

Lee Salmos 139.15-16. Según el versículo 15, ¿quién determinó tu color de piel y de ojos, tus cabellos y tu estatura, y hasta lo singular de tu personalidad? Según el 16, ¿quién decidió cuándo habrías de nacer y cuánto has de vivir?

Aun tu raza y tu nacionalidad no son un accidente. Lee Hechos 17.26. ¿Qué ha planificado Dios desde el comienzo de la creación también para ti? (El tiempo y el lugar en que debo vivir).

¿Coincides con Carlos en que este nuevo dato sobre tu origen «milenario» puede cambiar tu futuro? ¿Por qué?

Carlos señala el segundo elemento vital de nuestra génesis: el Sujeto.

Lee los siguientes pasajes. ¿Qué características descubres del Padre que te diseñó?

1 Juan 4.8 (Dios es amor).

Isaías 44.2 (Dios me formó desde antes de nacer y me ayuda).

Salmos 138.8 (Dios tiene amor eterno, y él completará lo que comenzó en mí).

Isaías 46.3-4 (Dios me ha cargado en sus brazos desde antes de nacer y lo hará hasta que tenga canas. Él no cambiará. Me sostendrá, me salvará).

Salmos 27.10 (Dios se hace cargo de mí aunque mi padre y mi madre me abandonen).

Nuestros padres biológicos no son el Sujeto de la acción creadora de nuestra vida. ¿Por qué este conocimiento es tan liberador? (Porque ellos no son nuestro verdadero origen). ¿Cuál de las verdades bíblicas que has descubierto en el párrafo anterior debilita por completo la fuerza determinante que ha tenido tu paternidad biológica?

Finalmente, Carlos nos plantea el tercer elemento de nuestro origen: la motivación. Como estudiamos anteriormente, Dios nos creó por su amor, habiéndonos destinado a ser adoptados como hijos suyos (Ef 1.4-5). Lee Santiago 1.18. ¿Qué permitió que llegáramos a ser la valiosa posesión de Dios? (Por su voluntad, Dios nos dio vida espiritual por medio de su palabra).

Lee Romanos 5.8. ¿De qué manera Dios mostró el gran amor que nos tiene?

Conociendo que el verdadero Creador de tu vida deseó tenerte, ¿qué pensamientos deberías tener de ti mismo? ¿Qué sentimientos o actitudes debes rechazar para llegar a confiar plenamente en el designio de Dios para ti?

«No eres el fruto de una casualidad, sino de una maravillosa decisión de Dios. De ahora en más, el resto de tu vida estará marcado por el signo inicial: el amor del Padre».

APLICACIÓN

  • Memoriza Efesios 1.5. Medita en este breve pero poderoso texto cada día de la semana. Bendice a Dios por el amor que te tiene desde antes de crear el mundo. Pídele que te ayude a vivir en continua alabanza por la abundante gracia que derramó sobre ti.
  • Revisa en tu interior si algún mandato de tu padre o de tu madre fue una fuerza determinante que te ha condicionado hasta este día. Mientras le pides dirección y auxilio al Señor, abandona todo estigma de rechazo. Disponte a pensar de ti mismo según lo que Dios dice de ti. Mantente firme en el Señor y en el poder de su fuerza (Ef 6.10). 
  • Escribe el título «Porque Dios me ama…» en el extremo superior de una hoja. Detalla, a continuación, algunas maneras en que tu Padre te contempla o te trata. Por ejemplo, no me abandonará jamás (Jos 1.5), no lleva la cuenta de mis pecados (Is 43.25), hace que todas las cosas ayuden para mi bien (Ro 8.28), me disciplina (Heb 12.6), etc. Lee estas verdades cada mañana y cada noche. Evalúa cómo vas creciendo en dependencia de su amor.

UN PASO MÁS

Piensa en alguna persona de tu entorno que esté lidiando con sentimientos de orfandad o abandono. Intercede por su vida. Busca diversas oportunidades para estar cerca. Compártele las maravillosas verdades bíblicas del amor de Dios que has aprendido en este estudio.

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