Progreso de Lección
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Lucas 5:4–7  

4 Cuando Jesús terminó de hablar, dijo a Simón: Lleva la barca mar adentro, echen sus redes para pescar.5 Respondiendo Simón, le dijo: Maestro, toda la noche hemos estado trabajando, y nada hemos pescado; pero en tu palabra echaré la red.6 Y habiéndolo hecho, encerraron gran cantidad de peces, y su red se rompía.7 Entonces hicieron señas a los compañeros que estaban en la otra barca, para que vinieran a ayudarles; y vinieron, y llenaron ambas barcas, de tal manera que se hundían.

En esta historia ellos obtuvieron una gran pesca luego de haberlo intentado durante toda la noche y no haber pescado nada.

  1. ¿Cuál fue la diferencia?
  2. ¿Por qué la red se les rompía? ¿Cuál era el problema?
  3. ¿Qué hicieron ellos para que no se les rompa la red?  

Entonces hicieron señas a los compañeros que estaban en la otra barca, para que vinieran a ayudarles; y vinieron, y llenaron ambas barcas, de tal manera que se hundían. (v. 7)

En los Evangelios hay otra historia de una Pesca Milagrosa.

Juan 21:2–6 (RVC)

2 Estaban juntos Simón Pedro, Tomás, conocido como el Dídimo, Natanael, el de Caná de Galilea, los hijos de Zebedeo, y otros dos de sus discípulos. 3 Simón Pedro les dijo: «Voy a pescar.» Ellos le dijeron: «También nosotros vamos contigo.» Fueron, y entraron en una barca; pero aquella noche no pescaron nada. 4 Cuando ya estaba amaneciendo, Jesús se presentó en la playa; pero los discípulos no se dieron cuenta de que era Jesús. 5 Y él les dijo: «Hijitos, ¿tienen algo de comer?» Le respondieron: «No». 6 Él les dijo: «Echen la red a la derecha de la barca, y hallarán.» Ellos echaron la red, y eran tantos los pescados que ya no la podían sacar.
  1. ¿Cuál es la similitud entre las dos historias?
  2. ¿Cuál es la diferencia con la primera pesca milagrosa?
  3. El principal desafío que tendrán ustedes como líderes en este año:
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