
INTRODUCCIÓN
El Señor Jesús formó su Iglesia como una Comunidad de Fe, para que sea el lugar donde todos los cristianos encontremos plenitud. Aquí podemos ser honestos y transparentes, y ayudarnos los unos a los otros a parecernos cada vez más a Él.
El deseo del Señor es que vivamos en abundancia. En Juan 10:10 dice:
"El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir. Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia"
Jesús no vino a quitarnos nada, sino a darnos todo lo que necesitamos para vivir en plenitud. Vino a liberarnos del pecado, para que pudiéramos restaurar nuestra relación con Dios. Y nos mostró cómo vivir en comunidad unos con otros.
Una vida plena y libre comienza con una relación de confianza con Dios, y se expande en relaciones de confianza con otras personas. La vida plena y abundante de Cristo es para compartirla con los demás.
LECTURA SEMANAL: Crecer en la Comunidad hacia Adentro
Dios quiere que participes de la Comunidad hacia Adentro de la Iglesia, por eso quiere ayudarte a crecer en tu Comunión con los demás cristianos.
Las Escrituras describen el tipo de Comunidad que Jesús quiere que construyamos juntos:
“Acéptense unos a otros, como Cristo los aceptó a ustedes, para gloria de Dios.” Romanos 15:7 (NTV)
“Reciban al que es débil en la fe, y no entren en discusiones con él.” Romanos 14:1 (DHH-LA)
“Ayúdense unos a otros a llevar sus cargas, y así cumplirán la ley de Cristo”. Gálatas 6:2 (NVI)
“Preocupémonos los unos por los otros, a fin de estimularnos al amor y a las buenas obras.” Hebreos 10:24
“Confiésense unos a otros sus pecados, y oren unos por otros, para que sean sanados. La oración del justo es poderosa y eficaz.” Santiago 5:16 (NVI)
Es imposible que podamos aplicar estos consejos Bíblicos, si estamos aislados de la vida en comunidad que nos brinda la Iglesia. Estos pasajes describen una Comunidad que es inclusiva, acepta a quienes están explorando la fe, y no espera que resuelvan todos sus problemas y limpien sus vidas antes de ser invitados a entrar y pertenecer.
Es una Comunidad en la que las personas pueden ser auténticas y transparentes, y depender unas de otras. Es una Comunidad en la que no juzgamos los defectos de los demás, sino que nos ayudamos unos a otros a convertirnos en lo que Dios espera de nosotros: personas que aman a Dios con todo su ser, y a las demás personas como a sí mismos.
Cuando como el hijo pródigo decidimos restaurar nuestra relación con Dios Padre, nos arrepentimos de nuestros pecados, y ponemos nuestra fe en Jesucristo como Señor y Salvador; entonces Dios nos adopta como sus hijos, y nos recibe en su familia eterna llamada la Iglesia de Jesucristo.
Para entender mejor cómo funciona la vida en Comunidad, el apóstol Pablo compara a la Iglesia con el cuerpo humano, y nos dice en 1 Corintios 12 que “somos el Cuerpo de Cristo”. Jesucristo es la Cabeza de la Iglesia, y nosotros somos miembros de Su Cuerpo aquí en la Tierra. No somos el Cuerpo, sino que somos miembros del Cuerpo. Necesitamos crecer en nuestra relación con el Señor que es la Cabeza. Pero también necesitamos crecer en nuestra relación con los demás hermanos, que también son miembros del Cuerpo de Cristo.
20 Lo cierto es que hay muchos miembros, pero el cuerpo es uno solo. 21 El ojo no puede decirle a la mano: «No te necesito.» Ni puede la cabeza decirles a los pies: «No los necesito.» 22 Al contrario, los miembros del cuerpo que parecen más débiles son indispensables, 23 y a los que nos parecen menos honrosos los tratamos con honra especial… 26 Si uno de los miembros sufre, los demás comparten su sufrimiento; y si uno de ellos recibe honor, los demás se alegran con él. 27 Ahora bien, ustedes son el cuerpo de Cristo, y cada uno es miembro de ese cuerpo. 1 Corintios 12:20-23, 26-27 (NVI)
La semana pasada dijimos que para crecer en nuestra relación con Dios necesitamos 3 cosas: Tiempo, Transparencia y Confianza. Para crecer en nuestra Comunión con demás cristianos necesitamos los mismo:
1) TIEMPO
- Para ser un protagonista del tipo de Comunidad que Jesús quiere que seamos como Iglesia, y no un simple espectador que lo mira a la distancia, necesitas pasar tiempo con los demás miembros de esta Comunidad.
- Cuando estamos reunidos el domingo en la Reunión General pasamos tiempo juntos. Te recomendamos que llegues unos minutos antes y te quedes un rato después de la reunión, para saludar y conocer a otros hermanos.
- También compartimos tiempo cuando servimos junto a otros cristianos en un ministerio, o estudiamos en la Escuela de Líderes o el Instituto Bíblico Rhema.
- Pero definitivamente el lugar ideal para compartir tiempo y experiencias es el Grupo de Vida. Allí podemos relajarnos y ser auténticos, mientras crecemos en nuestra relación con Dios y entre nosotros.
- ¿Cuánto tiempo le dedicas en la semana a la Comunión con los demás cristianos?
2) TRANSPARENCIA
- En la Comunidad con otros cristianos, nos compartimos a nosotros mismos.
- Ese es el objetivo del Grupo de Vida: ser reales y transparentes, mostrarnos tal cual somos, sin ocultar nuestras necesidades y desafíos.
- Todos luchamos con la tentación, el pecado y sus consecuencias. Sacar a la luz nuestras luchas es la única forma en que nos liberamos de ellas. Solamente al reconocer nuestra dependencia de Dios, y la comunión con los hermanos, es que recibiremos la ayuda que necesitamos.
- ¿Cómo está tu nivel de transparencia con los demás miembros del Grupo de Vida?
3) CONFIANZA
- La idea de confiar en otras personas, y mostrarles nuestro verdadero yo, da miedo porque podrían rechazarnos o condenarnos.
- Pero pensémoslo así: si alguien en el grupo se abriera con vos, ¿lo rechazarías o condenarías, o le ofrecerías apoyo y estarías más dispuesto a compartirle tus propias luchas a cambio?
- Si estarías dispuesto a responder con compasión y amor, ¿por qué asumir que los demás no harían lo mismo?
- Animate esta semana a subir un escalón en tu nivel de confianza con los demás. Vas a ver que si tomas la iniciativa, muy probablemente ellos harán lo mismo, y en consecuencia la relación entre ustedes va a crecer y a hacerse más firme.
Dios quiere ayudarte a crecer en tu relación con los demás cristianos. Para que la Comunión con ellos crezca, necesitas: Tiempo, Transparencia y Confianza.
Si estás dispuesto a sembrar estas 3 semillas en tus relaciones de hermandad, cosecharás amistades sanas y duraderas que te acompañarán en tu crecimiento cristiano, y te ayudarán a disfrutar una vida plena en Cristo.
PREGUNTAS PARA COMPARTIR
- ¿Alguna vez has juzgado a alguien en base a una primera impresión, pero después cambiaste de opinión al escuchar más de su historia? ¿Qué fue lo que te hizo cambiar de opinión al escuchar su historia?
- Que cada miembro (o matrimonio) del grupo comparta brevemente su historia de cómo conoció a Cristo y comenzó una relación personal con el Señor, y también cómo fue que llegó a Renacer.
- ¿Cómo te sientes al contar tu historia en este grupo? ¿Por qué?
- Si fueras más abierto y transparente al contar tu historia y las cosas que te pasan y te preocupan, ¿cómo crees que podrían cambiar tus relaciones con los demás miembros de este grupo?
- ¿Qué podríamos hacer para que este grupo sea lo suficientemente seguro para que te animes a ser más abierto y transparente? ¿Qué podrías hacer vos para crecer en el nivel de confianza entre nosotros?
AVANZANDO
Confiar en otras personas requiere que seamos honestos con nosotros mismos acerca de quiénes somos, y lo suficientemente valientes para hablar de ello. Eso no es fácil. Pero el objetivo de esta comunidad que está comenzando o creciendo en el Grupo de vida nos desafía a confiar los unos en los otros, aunque eso implique salir de nuestra zona de comodidad.
Eso no sucederá de la noche a la mañana. Ni siquiera sucederá cuando haya terminado la lección de esa semana. Pero el desafío es que crezcamos juntos en intimidad con el Señor y la comunión entre nosotros.
CAMBIANDO TU MENTE
“Y consideremos cómo podemos estimularnos unos a otros hacia el amor y las buenas obras.” Hebreos 10:24
ORACIÓN
Que cada miembro del Grupo comparta al menos un motivo de oración, y luego oremos unos por otros, en grupos de 2 o 3. Pidámosle al Espíritu Santo que nos ayude a crecer en trasparencia y confianza entre nosotros, mientras avanzamos en nuestra intimidad con Dios. ¡Amén!
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