Nada más

Salmo 23: 1-4

“El Señor es mi pastor, nada me falta;

en verdes pastos me hace descansar.

Junto a tranquilas aguas me conduce;

me infunde nuevas fuerzas.

Me guía por sendas de justicia

por amor a su nombre.

Aun si voy por valles tenebrosos,

no temo peligro alguno

porque tú estás a mi lado;

tu vara de pastor me reconforta.”

Este salmo es posiblemente una de las partes de la Biblia más conocida, más compartida, más recitada y seguramente, más impresa en posters con una pradera verde detrás. Es una de las primeras porciones que recuerdo haber memorizado de niño. En ese tiempo, era común una traducción más antigua, que decía:

“Jehová es mi pastor; nada me faltará”.

Al haberlo aprendido así, siempre lo entendí como un fragmento que hablaba de Dios en su carácter de constante proveedor. Como Dios es mi pastor, y Él es el dueño de todas las cosas y es Él el que me da lo que necesito, nada me faltará. Pero con el tiempo, y leyendo traducciones más contemporáneas como la que comparto arriba, me di cuenta de que el Salmo podría estar hablando de otra cosa (sin desmedro de que Dios es efectivamente nuestro proveedor).

El salmo habla más bien de satisfacción que de provisión. Dios es nuestro pastor, entonces nada más nos hace falta. Eso, que Dios sea nuestro pastor, el que guíe nuestros pasos, es suficiente. Si Dios está con nosotros ¿qué más nos puede hacer falta? Y sí, la respuesta es nada. Incluso cuando estemos en valles tenebrosos (en valles de sombra de muerte decía esa traducción) lo que me quita el miedo no es la ausencia de peligros, es la presencia del que puede vencerlos.

En tiempos en los que un virus que se presenta como algo apenas más severo que una gripe, pero que provoca que países enteros estén cerrados, y cuestiona profundamente aquellas cosas en las que apoyábamos nuestra confianza, tiempos en los que el poder, las armas, las riquezas, parecen insignificantes, son tiempos ideales para preguntarnos, ¿qué es lo que puede satisfacernos?

Este Salmo parece tener la respuesta. Tal vez sea tiempo de probarlo.