Nuestra perspectiva de las cosas hace que tomemos decisiones basadas en lo que podemos ver y entender en un momento dado en el tiempo. Somos seres finitos, por lo que nuestra comprensión de las diferentes situaciones se basa en lo que podemos analizar de lo que nos rodea, más nuestras experiencias pasadas. Lamentablemente, a menudo tomamos decisiones apresuradamente. No pedimos consejo, y algunas veces las personas que amamos terminan pagando el precio por nuestras malas decisiones o ayudándonos a resolver un problema que no era de ellos. Lo hacen porque nos aman. Ellos deciden pelear por nosotros, aunque no sea su responsabilidad.
Hoy, quiero compartir el trasfondo de la historia que hemos estado leyendo durante los últimos días. Sabemos que Dios cumplió la promesa y luchó por su pueblo, pero ¿por qué entraron en batalla? Todo esto comenzó en Josué capítulo nueve, versículo tres. Los gabaonitas eran vecinos de los israelitas. Cuando se enteraron de las victorias que estaban teniendo los israelitas, decidieron engañar al pueblo de Dios para que estableciera un tratado de paz, pretendiendo venir de tierras muy lejanas. Hicieron esto porque tenían miedo. La batalla que vino después sucedió porque Josué hizo un tratado con estas personas antes de consultarle a Dios. ¿Puedes creer esto? Fueron engañados y llevados a realizar un tratado de paz, por lo que tuvieron que cumplir su palabra y protegerlos.
Toda esta historia está rodeada y cubierta por la asombrosa gracia de Dios. Josué tomó una mala decisión, y Dios, en su gracia, peleó la batalla por él. Él no oró, ni consultó o incluyó a Dios en esa decisión inicial. Sin embargo, Dios, en su gracia, decidió luchar por su pueblo. Cada batalla que el Señor pelea por ti y por mí, tendrá lugar debido a su gracia. Seguramente no lo merecemos, pero de eso se trata la Cruz. Amor.
Alguien que no merecía pagar por nuestros errores decidió tomar nuestro lugar, y pagó nuestras faltas. Así de increíble es el amor y la gracia de Dios para nosotros. Que la obra que realizó Jesús y cuánto le costó, nos enseñe a tomar decisiones y planes de acuerdo al corazón de Dios.
Date cuenta de su gracia. Muévete por su plan, no por tu perspectiva.
3 Pero cuando los habitantes de Gabaón supieron lo que Josué había hecho en Jericó y en Hai, 4 astutamente planearon fingir que eran embajadores, así que echaron sobre sus asnos unos sacos viejos, y odres de vino viejos, rotos y remendados, 5 y se pusieron además vestidos viejos y sandalias viejas y recosidas, y tomaron para el camino pan que estaba todo seco y mohoso. 6 Entonces fueron al campamento de Josué, que estaba en Gilgal, y le dijeron a él y al pueblo: «Venimos de un país muy lejano. Queremos que ustedes hagan una alianza con nosotros.» 7 Los israelitas les dijeron a los jivitas: «Tal vez ustedes viven en medio de nosotros. ¿Por qué habríamos de hacer una alianza con ustedes?» 8 Ellos respondieron: «Porque nosotros somos tus siervos.» Pero Josué les preguntó: «¿Quiénes son ustedes? ¿De dónde vienen?» 9 Ellos le dijeron: «Venimos de un país muy lejano, por causa del nombre del Señor tu Dios. Hemos oído hablar de su fama, y sabemos lo que hizo en Egipto, 10 así como lo que hizo con los dos reyes de los amorreos al otro lado del Jordán, es decir, con Sijón, el rey de Jesbón, y con Og, el rey de Basán, en Astarot. 11 Fue esto lo que llevó a los ancianos y los habitantes de nuestra tierra a decirnos: “Tomen provisiones para el camino, y procuren encontrarse con ellos y decirles que somos sus siervos y queremos que hagan una alianza con nosotros.” 12 Miren el pan que hemos traído para el camino: el día que partimos para venir a su encuentro, lo tomamos de nuestras casas y estaba caliente; pero mírenlo ahora; ¡está seco y mohoso! 13 Estos odres de vino también estaban nuevos cuando los llenamos, y ahora ya están rotos. Nuestros vestidos y sandalias ya se han gastado, porque el camino ha sido muy largo.» 14 Los hombres de Israel tomaron parte de sus provisiones sin consultarlo con el Señor, 15 y Josué concertó con ellos la paz y celebró la alianza, con lo cual les concedió la vida. Y los jefes de la comunidad estuvieron de acuerdo con él. Josué 9:3-15 RVC
5 Confía en el Señor de todo corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. 6Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus sendas. Proverbios 3:5-6 RVC
8 Ciertamente la gracia de Dios los ha salvado por medio de la fe. Esta no nació de ustedes, sino que es un don de Dios; 9 ni es resultado de las obras, para que nadie se vanaglorie. Efesios 2:8-9 RVC
7 Pero a cada uno de nosotros se nos ha dado la gracia conforme a la medida del don de Cristo. Efesios 4:7 RVC
There was a problem reporting this post.
Please confirm you want to block this member.
You will no longer be able to:
Please note: This action will also remove this member from your connections and send a report to the site admin. Please allow a few minutes for this process to complete.