Día 3: Deudas

Devocionales

En el pasaje del día de hoy, la palabra nos dice qué ocurre cuando nos endeudamos: nos esclavizamos al acreedor. 

La poca educación financiera y la gratificación instantánea entre otros motivos han hecho de vivir endeudados un estilo de vida, un estilo de vida insalubre. No estamos hechos para vivir con deudas. Aunque las publicidades nos muestren que seremos más felices y plenos comprando más, solo nos harán acumular saldos impagables en las tarjetas de crédito. Y sobre este tema, queremos decir y remarcar que la tarjeta de crédito no es una extensión de su salario. Pensarlo así nos llevará a gastar como si el resumen de la tarjeta nunca fuera a llegar… y créame… llegará sin demora al mes siguiente. Si vamos a usar la tarjeta de crédito, deberemos aprender a hacerlo con sabiduría. La situación ideal es pagar el mismo mes lo que hemos consumido, para que al mes siguiente el saldo a pagar ya esté cubierto. Pero si va a comprar en cuotas, presupuesto en mano, podrá evaluar si la cuota que vendrá en meses siguientes la puede afrontar y pagar sin problemas. Si el presupuesto le muestra que no podrá pagarla, entonces no haga esa compra.

Si tiene varias deudas, le proponemos que haga una lista detallada de ellas. Recuerde que días atrás, mencionamos que si tenemos deudas y no hacemos nada, éstas no solo seguirán estando ahí, sino que seguirán aumentando los intereses y quitándonos libertad. Hay varios métodos para acelerar el pago de deudas. Veamos algunos ejemplos:    

• Hacer pagos adicionales a la deuda que tenga mayor tasa de interés (en los préstamos personales, puede pagar la cuota que le corresponde y sumar otro pago que va directo al capital, reduciendo los intereses de las siguientes cuotas).   
• Tomar la deuda más pequeña y pagarla en un solo pago para que al mes siguiente podamos usar ese dinero libre en la siguiente deuda (si tiene varias tarjetas de crédito, esta opción podría servirle).

Dado que la Palabra nos dice que no debamos a nadie nada, será conveniente que definamos como objetivo pagar lo antes posible las deudas.

Les proponemos que luego de charlar sobre las deudas que tengan, busquen su presupuesto y planifiquen para el próximo mes hacer un pago adicional (dentro de los límites que les permita su presupuesto) para reducir una deuda. 

Si no tiene deudas… ¡felicitaciones! Manténgase así.

Lectura Bíblica

Los ricos son los amos de los pobres; los deudores son esclavos de los prestamistas. Proverbios 22:7 RVC

No tengan deudas con nadie, aparte de la deuda de amarse unos a otros; porque el que ama al prójimo, ha cumplido la ley. Romanos 13:8 RVC