“Y me dijo: He aquí que tú concebirás, y darás a luz...
Hijos míos, que nadie os engañe; el que practica la justicia es justo, así como Él es justo. El que practica el pecado es del diablo, porque el diablo ha pecado desde el principio. El Hijo de Dios se manifestó con este propósito: para destruir las obras del diablo. (1 Juan 3:7-8)
Meditemos en esta situación excepcional. Si el Hijo de Dios vino para ayudarnos a dejar de pecar —para destruir las obras del diablo— y si también vino a morir para que cuando pecáramos hubiera una propiciación, de modo que la ira de Dios fuera quitada, ¿qué es lo que esto implica en nuestra vida?
Tres cosas, y las tres son maravillosas. Las expondré brevemente a modo de regalos de Navidad.
There was a problem reporting this post.
Please confirm you want to block this member.
You will no longer be able to:
Please note: This action will also remove this member from your connections and send a report to the site admin. Please allow a few minutes for this process to complete.