Lección 3, Tema 2
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2.2 Práctica de Liderazgo: Pensar en Pasos, no en Programas

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No importa cuánto corras dentro de la cancha, ni qué tan fuerte le pegues a la pelota. Si no entra en el arco, nunca será un gol.

Lamentablemente, muchas iglesias tienen la fama de llevar adelante el ministerio sin un fin en mente. Construyen tantas habitaciones como pueden, para recibir tanta gente como puedan. Comienzan nuevos ministerios para apuntar a una variedad de temas sociales. Crean más programas para satisfacer las necesidades crecientes de los miembros. Todo tiene sentido. Todo parece correcto.

Pero no hay una estrategia general que direccione todos los ministerios y acciones. Los “jugadores” están en movimiento, todos corren, transpiran y se cansan, pero en el tablero los goles no aparecen.

La pregunta que deberíamos hacer no es: ¿Están todos ocupados?, ¿Están todos corriendo?… Sino más bien: ¿Estamos avanzando hacia el arco rival?, ¿Tenemos la pelota?, ¿Sabemos cuál será la próxima jugada ganadora para hacer el gol? ¿Estamos haciendo goles?

PLANIFICAR EN PASOS EN VEZ DE PROGRAMAS

Cuando pensamos en “Programas”, tendemos a crear algo para satisfacer las necesidades de un grupo específico. Así comienzan todos los Programas, y no está mal. Pero todo líder sabe que, cuando panificamos  en base a Programas, tarde o temprano terminaremos compitiendo por el uso de los presupuestos, calendarios, instalaciones y voluntarios. Muchas veces, sin querer ni darnos cuenta, los Programas se convierten en un fin en sí mismos, y ya ni sabemos “por qué” o “para qué” los estamos haciendo. Simplemente seguimos la inercia, porque “siempre lo hicimos así”.

Pero mucho mejor es cuando pensamos en “Pasos”, porque ahora nuestro objetivo será llevar a las personas desde donde están hacia donde deberían estar. Lo que realmente importa son los discípulos y su relación con Dios y las demás personas. Y nuestra planificación simplemente se enfocará en los pasos (acciones y procesos) que ellos deberán dar, para avanzar en su crecimiento espiritual. 

Pensar en pasos está mucho más relacionado con la Misión que tenemos como Iglesia Renacer, de “reconciliar a las personas con Dios, y guiarlas en una relación creciente con Jesucristo.” Si esta Misión es un viaje, nuestra planificación debe incluir cada uno de los pasos que invitaremos a las personas para que puedan hacer, uno a la vez.

Dicho de otra manera, cuando planificamos en base a “Programas” comenzamos con la pregunta: ¿Cuál es la necesidad? Mientras que cuando planificamos en base a “Pasos” iniciamos preguntando: ¿Cuál es el Objetivo?, ¿Hacia dónde debemos guiar a las personas?… y eso nos ayuda a ser mucho más estratégicos.

Primero determina dónde quieres que la gente esté. Luego descubre cómo
vas a llevarlos allí. Eso es hacer un ministerio efectivo, con el fin en mente.

PENSAR EN PASOS PARA EL CRECIMIENTO ESPIRITUAL

Cuando comiences a pensar en pasos, deberías pensar específicamente acerca de cómo llevar a la gente al siguiente nivel en su crecimiento espiritual.

Por ejemplo, es difícil para alguien dar el paso de sólo un “buscador” espiritual a “miembro” de la iglesia. Así que creamos “Punto de Partida”, un curso de 8 semanas, en formato de grupo pequeño, para los buscadores y nuevos creyentes, que responde las preguntas difíciles sobre la fe, y enseña ciertas verdades fundamentales de las Escrituras. “Punto de Partida” existe porque ayuda a las personas a moverse. No es un fin en sí mismo. No es un programa más. Es un “paso”, un medio para que los buscadores se conviertan en miembros.

Cuando pienses en pasos y no en programas, también descubrirás maneras de ayudar a la gente a crecer en sus relaciones. La Gran Comisión de Jesús de “hacer discípulos” sucede más naturalmente en el contexto de las relaciones significativas, las cuales se desarrollan mejor en la dinámica de grupos pequeños (Células o Grupos de Vida). Entonces, si el objetivo es guiar a los miembros hacia la experiencia de la Célula, nuestra planificación debería incluir un “paso” (reunión, charla, enseñanza, invitación) que le ayude a las personas a avanzar al siguiente nivel en su crecimiento espiritual, conectándose con otros discípulos en un Grupo de Vida.

CÓMO CREAR UN PASO EFECTIVO

  1. FÁCIL: Para que las personas puedan dar el siguiente paso, el tranco no debe ser demasiado largo. Por ejemplo, no es fácil para el miembro de una Célula abrir su propio Grupo de Vida. Por eso tenemos la “Escuela de Líderes”, un espacio de entrenamiento donde a los discípulos les enseñamos las doctrinas básicas de las Escrituras, la vida cristiana práctica, el evangelismo personal, y cómo liderar un Grupo Pequeño. Al finalizar esta capacitación de un año, con el apoyo de sus actuales líderes de Célula (discipuladores), estos discípulos estarán mejor preparados para multiplicar la Célula y ser los líderes del nuevo Grupo.
  2. OBVIO: Las personas necesitan saber dónde están ahora, y entender los beneficios de avanzar hacia donde los queremos guiar. No estarán dispuestos a tomar el paso que les proponemos, hasta que estén convencidos de subir al siguiente nivel.
  3. ESTRATÉGICO: Si ese paso no lleva a las personas a donde necesitan ir, entonces no es estratégico y por lo tanto no debería existir.

BENEFICIOS DE PLANIFICAR PASOS (En vez de Programas)

  • Alienta a tu equipo a depender uno del otro.
  • Desalienta a los individuos a defender su territorio.
  • Borra las líneas de competencia, que dividen a las redes o ministerios.
  • Es probable que descubran lo que no funciona, o lo que es obsoleto (y necesita ser reemplazado).
  • Ayuda a simplificar lo que hacemos.
  • Permite que los líderes vean el cuadro completo, en lugar de que se encierren en sus propios programas y actividades.
  • Los programas generalmente están desconectados unos de otros, y pueden convertirse en una isla en sí mismos. Mientras que los pasos están conectados entre sí, y son parte de un mismo proceso. En vez de competir, se complementan.

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