Lección 2, Tema 1
En Progreso

1.1 Lección Grupos de Vida

Progreso de Lección
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INTRODUCCIÓN

Este fin de semana recibimos la visita de la familia Da Silva, y nuestro hermano Mauro nos estuvo compartiendo la pasión que Dios ha puesto en su corazón sobre “El Fuego del Altar”.

En los Grupos de Vida comentaremos el tema, buscándole una aplicación para nuestras vidas y familias.

PREGUNTAS PARA COMPARTIR

  1. Una de las definiciones de la palabra altar es “un lugar de encuentro”. ¿Podrías identificar cuál fue la última vez que tuviste un encuentro con Dios? ¿Cómo fue esa experiencia? ¿Qué cambios produjo en vos?
  2. Leer Levítico 6:13. El fuego del altar en el Antiguo Testamento había sido encendido por Dios, pero era responsabilidad de los sacerdotes mantenerlo encendido. ¿Por qué ese fuego nunca debía apagarse?
  3. Cuando el templo de los judíos fue destruido, el profeta Hageo declaró de parte de Dios que “la gloria postrera del templo sería mayor que la primera” (Hageo 2:9). ¿Cómo se aplica esta promesa en el contexto del Nuevo Testamento? ¿Dónde habita la presencia de Dios ahora? (1 Corintios 6:19) ¿Por qué?
  4. Leer 1 Pedro 2:9 ¿Quiénes somos los sacerdotes de Dios en este tiempo? ¿Qué significa “mantener el fuego de Dios encendido”?  Según 2 Timoteo 1:6 ¿Quién es el responsable de avivar ese fuego?
  5. Leer 1 Reyes 18:30-31. ¿Qué hizo Elías con el altar de Dios, antes de que descendiera fuego del cielo? ¿Cómo podemos restaurar el altar de nuestro corazón? ¿Qué importancia tiene la unidad familiar para que tu casa sea transformada en un verdadero hogar, donde habite el fuego de la presencia de Dios?
  6. Determina una cosa que harás a partir de esta semana para restaurar el altar de tu vida y familia, y avivar el fuego de Dios en tu corazón. ¿Cómo te podemos ayudar como Grupo?

AVANZANDO

Muchas veces las “costumbres religiosas” hacen que el fuego de Dios se vaya apagando en nuestros corazones. Nos quedamos con las formas, rutinas, esquemas… pero sin Su Presencia. Esto le pasó a los padres de Jesús (Lucas 2:41-46). Pero cuando José y María se dieron cuenta que habían perdido al Señor, volvieron al lugar donde lo habían dejado, y allí lo encontraron. En el templo de Dios, meditando en la Palabra.

CAMBIANDO TU MENTE

“El fuego del altar deberá mantenerse siempre encendido; nunca deberá apagarse.” Levítico 6:13 (RVC)

ORACIÓN

Si es necesario, pidamos perdón al Señor por haber descuidado el fuego de Su Presencia en nuestros corazones. Si se ha apagado, reparemos el altar y pidámosle que lo vuelva a encender. Y si todavía quedan algunas brazas encendidas, roguemos que vuelva a soplar con su Espíritu Santo, avivando el fuego de nuestro corazón, y renovando la pasión por Su Presencia, para que también otros le conozcan. ¡Amén!

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