Amado Dios:
Reconozco que soy un pecador, y que he estado alejado de Ti.
Me arrepiento de todos mis pecados. Por eso renuncio a todo aquello que no te agrada, y que tanto daño me ha ocasionado a mí, y a las personas que más amo.
Hoy creo en Jesucristo y en la obra que hizo en la cruz por mí. Yo creo que pagó el precio por mis pecados. Por eso te entrego mi vida, para que seas mi Señor y Salvador.
Te doy gracias por el regalo de la vida eterna, y te pido que me ayudes de ahora en adelante a vivir plenamente, haciendo los cambios que necesito hacer, para cumplir el propósito para el cual me has creado.
Te abro las puertas de mi corazón, y te invito para que por medio de tu Espíritu Santo entres a mi vida, y hagas todas las cosas nuevas.
Te lo pido todo en el nombre de Jesús. ¡Amén!
Si hiciste esta oración con sinceridad, de todo corazón ¡Te felicitamos! Has entregado tu vida a Cristo, por lo tanto hay fiesta en los cielos.
¿Qué dice la Biblia que sucedió en este momento? ¿Cuáles son los cambios que experimentarás de aquí en adelante?